La huella de carbono es el indicador de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas al ciclo de vida de un producto, servicio u organización. Se cuantifica en emisiones de CO2 equivalente que son liberadas a la atmósfera. Su determinación y cálculo se basan en estándares como el Protocolo de gases de efecto invernadero, la norma ISO 14064 y la PAS 2050.
¿Por qué lo hemos hecho?
En Constraula, dentro de la política estratégica del grupo Sorigué, consideramos indispensable estar alineados con los objetivos de los ODS establecidos en 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y nos sentimos comprometidos con la reducción de las emisiones. También queremos ofrecer a nuestros clientes un valor añadido al servicio que estamos proporcionando, sumándonos así a sus objetivos cada vez más orientados hacia la circularidad de los productos y servicios.
¿Cómo lo hemos hecho para obtenerlo?
Para obtener la certificación según la norma ISO 14064, hemos colaborado con el departamento de calidad, prevención y medio ambiente especializado en estas métricas a nivel del grupo Sorigué. Gracias a estas colaboraciones, se han obtenido sinergias entre las diferentes empresas del grupo. Además, hemos destinado recursos tanto humanos como tecnológicos a la digitalización de los datos.
¿Qué ventajas y mejoras tenemos al haber medido nuestra huella?
Gracias al cálculo de la huella de carbono, hemos logrado mejoras en la eficiencia en la prestación de nuestros servicios y podemos ofrecer a los clientes alternativas más sostenibles. También hemos invertido en la digitalización de los datos para obtener resultados más rápidamente, ganando en la trazabilidad y fiabilidad de la verificación de los datos.
¿Cuáles son los objetivos que nos marcamos ahora de cara al futuro?
Nuestro objetivo es reducir las emisiones generadas a raíz de los consumos con medidas de ahorro energético en un 10% durante los próximos 2 años.